Los arcos de caza: Sus clases | |||
Jordi Poles |
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Pasaremos ahora a detallar los diversos tipos de arcos existentes, sus posibilidades cinegéticas, filosofía de uso de cada uno de ellos, las cuerdas, geometría de diseño de los diferentes cuerpos de arco y diversos ‘'extras'' que se pueden añadir a los mismos para un más eficiente funcionamiento. Hemos de tener claros algunos conceptos. Si vamos a soltar con dedos o disparador. Si deseamos un ‘'longbow'', recurvado o compuesto. Que debemos de dirigirnos siempre hacia una potencia que podamos DOMINAR bajo cualquier circunstancia y con la que nos encontremos a gusto; factor importantísimo este y que nos evitará posibles futuras lesiones; y por último, una correcta elección de la flecha. Un arco mediocre con una adecuada elección de flecha es una buena herramienta de caza; en cambio, un arco superlativo con una flecha inadecuada, no sirve para nada. Pero ya hablaremos de este asunto en el apartado dedicado a la flecha y su correcta elección. Dependiendo, también, de si queremos cazar desde un puesto elevado o ‘'tree-stand'', o a rececho, o al salto, habrá que tener en cuenta algunos factores. En resumidas cuentas, elegir un arco con el que nos encontremos totalmente a gusto y cómodo con él. Esta será la base de nuestras futuras correrías cinegéticas. Actualmente los materiales de composición de nuestros arcos son variados. Pudiendo ir desde la madera hasta las aleaciones ligeras de aluminio, carbono, grafito y fibra de vidrio, también. Los arcos compuestos estarán siempre fabricados en aleación; los otros dos tipos de arco pueden estar construidos en cualquiera de los materiales arriba detallados, o en una combinación de los mismos. Hemos de tener presente que la potencia que es capaz de desarrollar un arco está almacenada en las palas. Ellas son las que hacen el trabajo de impulsar la flecha al volver a su posición original. Dependiendo de cada tipo de arco, se obtendrá una determinada curva de potencia y un resultado determinado al principio del vuelo de la flecha. Los ‘'longbows'' y los recurvados, en el momento que procedemos a abrirlos, observamos que hemos de vencer una resistencia, mayor cada vez que abrimos más el arco. Los arcos compuestos, por su especial diseño y funcionamiento de la polea, notaremos que la resistencia a vencer al principio es fuerte, pero que de repente esta disminuye enormemente e inmediatamente llegamos a un punto en que no podemos continuar abriendo más; a este punto se le denomina muro, y al punto previo de máxima desmultiplicación de la polea y de mínimo esfuerzo, valle. Los arcos compuestos, han de ir a la medida de apertura de cada uno de nosotros. Hay diversas maneras de hacerlo, una de ellas es por ejemplo, con el puño de la mano, que aguantará el arco (derecha en zurdos y izquierda en diestros), cerrado y apoyado en la pared, con el brazo totalmente extendido y la cara en 90 grados, se procederá a medir la distancia entre el puño y nuestra barbilla. Esa será nuestra apertura. La potencia del arco viene marcada, normalmente, a 28'' (en adelante ‘' serán pulgadas) de apertura; si el arquero tiene más apertura, conseguirá más potencia, a excepción de los arcos compuestos; lógicamente, en el caso contrario, logrará menos. Cuestión que se ha de tener en cuenta a la hora de elegir nuestro arco. Detallaré ahora un concepto muy usado en los poleas y que es la palabra ‘'let-off''. Dicha expresión se refiere al factor de desmultiplicación que da determinado arco compuesto. Se expresa en tanto por ciento y en magnitudes del 60% al 85%. Explicado en cristiano, quiere decir que si un arco de poleas da una potencia de 70 libras (en adelante #), y tiene un ‘'let-off'' del 80%, cuando lleguemos al punto denominado valle, solamente estaremos aguantando una fuerza de 14#. La cual en una espera, que oímos entrar a una res, se agradece mucho; los longbows y recurvados, en esta misma situación, y al tener que efectuar una fuerza creciente piden liberar la flecha inmediatamente, con lo que no es posible aguantar mucho tiempo con el arco abierto; en cambio los compuestos, por el diseño de la polea y su desmultiplicación permiten el tenerlo abierto 2, 3, 5 minutos, sin apenas cansarnos.
Es conocido también como arco largo inglés; entre sus características destacan su ligereza y manejabilidad. Es el arco tradicional por excelencia; bajo mantenimiento, disparo suave y silencioso puede ser desmontable (take-down) facilitando su almacenaje y transporte, o de una pieza. Generalmente realizado en madera, incluso maderas nobles. A base de pegar láminas de la misma, y a veces intercalando otros materiales. Pueden ser tan largos como una persona. Un detalle diferenciador acerca de otros tipos de arcos, es que la cuerda una vez montada no toca más que en los puntos de anclaje (tips). Hay algunos maestros artesanos (bowyers) en diversos países, que realizan dichos arcos bajo especificaciones del cliente (customs). Es un arco adecuado para cualquier tipo de caza, principalmente menor, aunque también es válido para la caza mayor. Suele tener una curva de potencia progresiva, es decir tal como vamos abriendo, esta irá aumentado la potencia del arco, sin bajones, progresiva y constantemente. Una manera de compensar sus posibles desventajas en caza mayor es usando una flecha pesada; esta tendrá un vuelo suave y estable en busca del blanco deseado.
Supongamos que tenemos un ‘‘longbow'' al que le hemos recurvado las puntas de las palas hacia delante por su mitad, sus palas quedarán formado una ‘'S'' atípica. Aunque, en principio, el arco recurvado admitiría el uso de determinados accesorios; tanto este como el ‘'longbow'' están indicados para tiro instintivo, es decir aquel que se efectúa con la sola coordinación del ojo y del brazo. Suelen ser arcos de más potencia que los ‘'longbows''. Más ruidosos también, al estar en contacto la cuerda con la madera en sus puntos de anclaje y reposar la cuerda en la primera parte de las palas Como en el caso de los longbows, son válidos para cualquier tipo de caza.
Es el tipo de arco que en menos tiempo, más ha evolucionado desde su origen hasta el día de hoy. Originalmente sus poleas eran dos ruedas redondas concéntricas; con el paso del tiempo se fue modificando su diseño, llegando al día actual donde la moda imperante es el estilo ‘'one-cam''; es decir una polea circular en el eje superior y una polea asimétrica y super-rápida en el eje inferior. Son arcos algo delicados en su manejo y necesitados de una cierta puesta a punto previa. Admiten la instalación de diversos accesorios, como pueden ser un visor, un estabilizador, un diopter en la cuerda, silenciadores, quiver,…. etc. etc.
Generalmente, los arcos compuestos, son graduables en su potencia; tienen un abanico de potencia aprovechable entre 10# y 15#. Es decir, que nuestro arco puede entregar desde 55# hasta 70#, por ejemplo; y solamente jugando con los tornillos adecuados que están localizados al comienzo de cada pala, y justo por encima y debajo del cuerpo del arco. Lógicamente existen arcos de superior potencia, hasta de 100#; pero estos son arcos extremos y para animales extremos también, como pueden ser el búfalo africano, elefante africano, rinoceronte, etc. Arcos que debido a su enorme potencia no todo el mundo está en condiciones de dominar, y mucho menos, mantener una serie constante de tiros de entrenamiento con ellos.
Comentaré algo sobre los distintos tipos de poleas y su energía; se acompañan gráficos para su mejor comprensión. Con las poleas redondas, tal como se puede ver en el gráfico correspondiente la parábola efectuada por la curva de potencia es perfecta, Un caso aparte dentro de los arcos compuestos, son los arcos de levas cuyo máximo exponente es la marca Oneida y de la cual se acompaña una imagen. Podemos decir que son arcos intermedios entre un recurvado clásico y un arco compuesto. Su funcionamiento es por levas y han de tener una sincronización perfecta entre ambas, debido a su, relativa, complejidad mecánica su ajuste ha de ser realizado por manos expertas.
Por todo lo expuesto, para la fauna española, tanto de menor como de mayor, habrá más que suficiente con unas potencias comprendidas entre las 35# y las 65#. Pasemos a hablar de la geometría de los arcos compuestos. Es un importante factor, que ya de entrada nos puede dar determinada idea acerca del comportamiento del arco.
Tomamos como referencia para definir cada uno de ellos, la línea recta que forma la parte más adelantada de nuestras dos palas, en el lugar de inserción o contacto con el cuerpo del arco y con relación a la empuñadura del arco.
Con respecto a los tipos de poleas, sólo comentar que los arcos compuestos que lleven poleas “twin cam” (dos poleas asimétricas) son propensos a desajustarse, por lo que será necesario un seguimiento periódico de la sincronización de sus poleas. Este problema no se da en los arcos Hoyt con las modernas poleas Cam ½ ó en los actuales “one cam”. Las cuerdas. Básicamente, en arquería, se utilizan tres tipos de cuerdas. Dacrón, Fast-flight y Dyna-flight. Cada una con sus características propias. El dacrón tiene cierta elasticidad, con lo que al final de su vida, la cuerda habrá ganado algo de elongación; el Fast-flight y el Dyna-flight, son más estables durante la vida de la cuerda y con el Dyna-flight es posible ganar 2# extras de potencia. De cara a los arcos rectos y recurvados, es posible aumentar o disminuir su velocidad, disminuyendo o aumentando los hilos de la cuerda. A menos hilos, un arco más rápido. A más hilos, más lento. Los arcos tradicionales solamente pueden usar cuerdas de Dacrón; algunos de ellos con los “tips” modificados, permiten el uso de cuerdas rápidas de Fast-flight. Los arcos compuestos permiten la colocación de un visor. Este visor puede ser de diversas formas, pero lo más común es el uso de pines. La función de dichos pines es ajustar el arco para que la flecha haga blanco a distancias prefijadas de antemano y conocidas por el cazador arquero, por ejemplo: a 10, 20 y 30 mts: a 15, 25 y 35 mts, si usamos tres pines. O a dos distancias si usamos dos pines solamente. Su uso más completo se da cuando está acompañado por un diopter que se sitúa en medio de la cuerda, y a través del cual observamos los pines; es una manera de evitar los errores de deriva. Los visores de arco admiten, por regla general, regulación en altura y deriva. Una de las características de los arcos de caza es que han de ser lo más silenciosos posible. Para ello se colocan, en medio de la cuerda y tanto en su parte superior como inferior, unos aditamentos, que pueden ser de plástico o tela; cuya función es eliminar, o reducir en la medida de lo posible, el sonido que hace una cuerda tensada al volver a su posición original. También hay unos amortiguadores, conocidos popularmente como ‘'champiñones'' (limb savers), que se colocan en cada pala del arco y cuya función es eliminar las vibraciones producidas en el momento de la suelta, además de amortiguar algo el ruido del arco. Luego están también los carcajs, que pueden ser portados por el propio arquero ó adosados al arco (quivers). Existen, también, un sin-fin de gadgets diversos que nos permiten personalizar o aumentar las prestaciones de nuestro arco. Pero sería demasiado prolijo enumerarlas todas aquí…. Otra de las premisas que se han de tener en cuenta es que nuestro arco sea lo más funcional posible; en condiciones de caza, y especialmente en destinos remotos, no siempre es posible encontrar este recambio que se nos ha estropeado o nos falta por olvido; cuestión que se ha de tener en cuenta en el momento de planificar nuestra futura cacería. |
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